Un destino natural
Desde las sinuosas carreteras de los Pirineos a los senderos panorámicos de la Costa Brava, aquí todo invita a evadirse. El verde clorofila de los prados gallegos, el blanco de los pueblos andaluces, el ocre rosado del desierto de las Bardenas Reales y el azul esmeralda de las islas Canarias y Baleares dibujan un patchwork mágico. Con una ventaja, la luz reconfortante del sol.
España atesora unos 8000 kilómetros de costa, con multitud de calas secretas y mantos de arena dorada. En el interior, un viaje por carretera se convierte rápidamente en poesía. De las cumbres nevadas de Sierra Nevada a los lagos glaciares de Covadonga, de la ruda meseta de Castilla a los caminos de peregrinación que conducen a Santiago de Compostela, los excursionistas y aficionados a los deportes al aire libre estarán más que satisfechos.
En la encrucijada de civilizaciones
Para cambiar un poco de aires, deje las maletas en las ciudades más importantes del país: la vibrante Sevilla, la cosmopolita Barcelona, la majestuosa Madrid o Valencia, la ciudad de costa. Otras ciudades ancestrales, más pequeñas, también merecen una parada, como Salamanca, la pequeña Roma española; o Toledo, con una belleza medieval encaramada en un paraje singular. Mosaico de civilizaciones, el patrimonio arquitectónico y cultural español explica el paso de los romanos, los celtas, los árabes y la historia colonial… Y también Don Juan, Don Quijote, Carmen, sin olvidar a Goya, Dalí, Gaudí y Picasso.
Un país para disfrutar
España es más que un destino de vacaciones. Es un país para vivir. Intensamente, con pasión. Explore los exuberantes viñedos de La Rioja para acercarse a los secretos de sus vinos milenarios. Déjese sorprender por los coloridos carnavales y fiestas locales – la Tomatina de Buñol, los Sanfermines de Pamplona, las Fallas valencianas… Sumérjase en el ambiente de un bar de tapas o en un tablao flamenco hasta bien entrada la noche. Pruebe la auténtica paella valenciana y los exquisitos churros con chocolate. Viaje en el tiempo entre los muros de catedrales góticas y castillos medievales. Regálese una noche inolvidable en un parador, un establecimiento hotelero con encanto situado en un monumento histórico. Para un fin de semana o varias semanas… España es un destino donde es imposible aburrirse, independientemente de la época.