Fin de semana en Sevilla: Descubre la capital andaluza en tres días
Fin de semana en Sevilla: Descubre la capital andaluza en tres días

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La capital andaluza, con sus recónditos y tranquilos patios y sus animadas plazas, nos espera con los brazos abiertos para pasar un puente o un fin de semana largo. Tres días para explorar los barrios más famosos de Sevilla, saborear los platos típicos de la gastronomía andaluza y dejarse envolver por su especial manera de disfrutar de la vida ¡Vamos!
Día 1: Los tesoros del barrio de Santa Cruz: de la Giralda al Real Alcázar
- Por la mañana
Empezamos el recorrido de este primera día en Sevilla visitando su famosísima catedral; construida en el siglo XV en el lugar que ocupaba la antigua mezquita almohade, es una de las catedrales más grandes del mundo. En su interior podemos admirar el monumental sepulcro de Cristóbal Colón y las numerosas obras de arte que adornan sus capillas y sacristías. A continuación, es obligado visitar la Giralda, el antiguo minarete reconvertido en campanario: con 35 rampas y otros tantos pisos, el ascenso hasta lo más alto es largo, pero merece la pena para contemplar las fantásticas vistas panorámicas salpicadas de cúpulas, agujas, pináculos y gárgolas. Las vistas del barrio de Santa Cruz, con sus tejados color ocre y sus patios escondidos, son incomparables. Al bajar, nada mejor para hacer un merecido descanso que el patio de los naranjos, un frondoso jardín interior de fragantes naranjos que antiguamente era el patio donde se hacían las abluciones. - Mediodía
Se acerca la hora de comer, así que nos adentramos en el barrio de Santa Cruz, la antigua judería, situado junto a la catedral y a los pies de la Giralda. Sus callejuelas sinuosas con casas de colores y balcones llenos de flores invitan a pasear disfrutando de su encanto. Cualquiera de los restaurantes que se suceden a lo largo de la calle Mateos Gago es buen sitio para hacer una parada: ambiente informal y relajado y sabrosos platos a buen precio ¿qué más se puede pedir? - Por la tarde
Pasaremos la tarde explorando el Real Alcázar. Este palacio fortificado, declarado patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, condensa de manera extraordinaria la historia arquitectónica de Andalucía, desde la época musulmana hasta los Reyes Católicos. Perderse por sus exuberantes jardines, sus elegantes patios y las estancias con paredes de azulejos, estuco y artesonados de madera, es todo un placer.

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No dejes de explorar el Palacio del Rey don Pedro, uno de los ejemplos más bellos de la arquitectura mudéjar española con sus magníficos techos artesonados y su friso epigráfico.
- Por la noche
Volvemos a adentrarnos en el animado barrio de Santa Cruz para, como manda la tradición, dedicarnos al tapeo, o lo que es lo mismo, tomar una copa de vino o una cerveza acompañada de varias raciones para compartir. Para iniciarnos en la gastronomía andaluza un sitio imprescindible, cerca de la plaza de la Encarnación, es La Barra de Cañabota, el bar de tapas hermano del restaurante Cañabota galardonado con una estrella Michelin. Aquí el producto del mar es el rey: pescado fresco y mariscos a la brasa son su seña de identidad. Su ambiente informal y la decoración minimalista, que permite ver a los chefs trabajar, hacen que sea una experiencia aún más especial.
Día 2: Cultura y artes sevillanas en el centro y la alameda
- Por la mañana
Para empezar el día, un paseo por el centro histórico de Sevilla, plagado de conventos, capillas y plazas cerradas al tráfico con terrazas donde disfrutar de un agradable café. En el barrio hay también numerosos palacios barrocos que dan testimonio de la riqueza de la aristocracia sevillana del siglo XVI. Contrastando con este ambiente histórico nos encontramos con Metropol Parasol, conocido popularmente como las Setas de Sevilla, una moderna y atrevida construcción de madera que se ha convertido en una de las atracciones turísticas más emblemáticas de la ciudad. Desde su mirador se contempla una panorámica de todo Sevilla.
No te vayas del centro sin probar los famosísimos bollitos de Santa Inés. Son unos deliciosos bollos elaborados por las monjas del convento de Santa Inés que se venden a través de una ventanilla con una plataforma giratoria llamada torno, ¡un ritual que da aún más encanto a esta delicia!
- Por la tarde
Por la tarde haremos una visita al museo de Bellas Artes de Sevilla que alberga una de las colecciones de arte español más importantes fuera de Madrid. En él se exponen importantes obras de Zurbarán, el Greco y Valdés Leal. Y no podemos saltarnos la antigua iglesia, donde se exponen las obras maestras del barroco sevillano del S. XVII y, entre ellas, varios cuadros muy interesantes de Murillo. - Por la noche
Ponemos rumbo a la Alameda de Hércules, uno de los barrios con más ambiente y considerado como el corazón bohemio de Sevilla. Ideal para pasear y tomar algo en alguno de sus muchos y animados bares o asistir a un espectáculo flamenco en la Peña Cultural Flamenca Torres Macarena. ¡La intensidad de este baile andaluz te cautivará!
Día 3: De la Plaza de Toros a Triana, un recorrido por las señas de identidad sevillanas
- Por la mañana
Empezamos este último día en la Plaza de toros de la Maestranza, construida en 1761 y una de las más antiguas de España. Con la visita al Museo Taurino podremos hacer un recorrido por la historia de las corridas de toros y descubrir todos los secretos de este arte, íntimamente ligado a la identidad andaluza. - Mediodía
Nada más cruzar el puente de Isabel II nos encontramos en Triana, históricamente un barrio de alfareros y marineros y que fue la cuna del flamenco a finales del siglo XVIII. Tras un paseo por los alrededores de la calle Alfarería, donde encontramos infinidad de tiendas de artesanía con azulejos o coloridos artículos de cerámica, nos dirigimos en busca de una mesa en la calle Betis que discurre paralela al río Guadalquivir para disfrutar de una comida a base de pescado fresco. - Por la tarde
Volvemos a cruzar el Guadalquivir para poner rumbo a la Plaza de España, una joya arquitectónica construida con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929. Tras admirar los impresionantes canales y los mosaicos que adornan la plaza, nada mejor que un paseo por las sombreadas avenidas del Parque de María Luisa, y las fuentes, pabellones y esculturas que lo adornan. Seguimos hasta llegar a la Plaza de América, donde se encuentra el museo de Artes y Costumbres Populares, donde, una vez más, podremos conocer de cerca las tradiciones sevillanas.

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Decoración mudéjar, cómodos sillones y ambiente tranquilo y elegante… Termina el día tomando algo en el bar del hotel Alfonso XIII, situado en un enorme patio con un encanto irresistible.
¿Te quedas un día más en Sevilla?
Si te quedas un poco más, te recomendamos visitar las ruinas de la ciudad romana de Itálica, a solo 10 kilómetros al norte de Sevilla. Un yacimiento arqueológico con un anfiteatro, un teatro, termas, una domus, un templo y murallas, que nos transporta hasta el siglo II antes de Cristo, cuando España, entonces denominada Hispania, formaba parte del Imperio Romano.
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