El zoco el Attarine data del s. XIII y es sin lugar a dudas uno de los lugares más atractivos de la medina, compuesto por tiendas estrechas y profundas que parecen esconder los objetos más misteriosos de todo Oriente. Cada puesto es un verdadero regalo para los sentidos, empezando por el olfato, gracias a todas esas fragancias penetrantes y dulzonas. Pero la vista también podrá deleitarse ante la cantidad de frascos multicolores. Cada vendedor reina detrás de su mostrador de madera decorado con filigranas de oro y cargado de montículos verdes de alheña y de hierbas aromáticas.