Las cuevas se descubrieron en 1819. Sus 5.200 m de galerías repartidas por 5 niveles ofrecen verdaderos tesoros naturales tallados en la roca: estalagmitas, estalactitas, colgaduras, drapeados, columnas... El recorrido se realiza a pie, en barca y en trenecito. En cuanto al santuario de Bétharram, es un lugar de peregrinación mariana desde el s. XV y destaca principalmente por la capilla de Nuestra Señora de decoración barroca (s. XVII), las amplias dependencias conventuales y el vía crucis con bajorrelieves pintados por Alexandre Renoir (1845).