Auténtico símbolo del renacer arquitectónico de Santa Bárbara, este edificio morisco en forma de L se alza en torno a un patio y un verde jardín. En la cornisa de la fachada del Anacapa Arch se lee el lema de la ciudad: "Dios nos dio el país. La habilidad de los hombres construyó las ciudades". Puertas arqueadas, galerías exteriores y sinuosas escaleras son las características del interior del edificio, dotado de una estructura en acero. Abundan los mosaicos tunecinos y los herrajes, mientras que otros elementos como las cabinas telefónicas se integran en marcos de madera tallada. Las pinturas murales de la Board of Supervisors' Assembly Room, en la primera planta, son obra del artista Dan Sayre Groesbeck y representan escenas de la historia de la región. Toda la ciuda se extenderá a sus pies desde la plataforma de observación situada en lo alto de la torre (de casi 26 m).