Esta espléndida catedral gótica (s. XIII), donde fue bautizado Clodoveo y se coronaban a los reyes de Francia, destaca tanto por sus dimensiones como por su rica y monumental estatuaria. Las magníficas vidrieras son del s. XIII; las de la capilla absidial fueron sustituidas por luminosas piezas de Chagall. El magnífico reverso de la fachada es único en la historia de la arquitectura gótica. La catedral conserva un reloj astronómico del s. XV que a las horas en punto acciona dos cortejos de figuras.