El golfo de Porto se caracteriza por sus sorprendentes esculturas graníticas formadas por la erosión. De este paisaje caótico se desprende una belleza extraña y única. El azul intenso del mar, la increíble luz que baña la costa, la paleta de naranjas y rosas del granito y el relieve vigoroso lo convierten en un enclave excepcional. El mejor momento para visitar las Calanche es al final de la tarde y en barco. Si viene en coche le aconsejamos el sentido Piana-Porto.