Este palacete edificado hacia 1650 por François Mansart para el consejero de Estado Jean-François de Guénégaud se salvó de la piqueta gracias a André Malraux. Sus líneas sencillas y armoniosas y su pequeño jardín de estilo francés lo convierten en una de las residencias más hermosas del Marais. Hoy es, junto con el palacete adyacente, el bello Hôtel de Mongelas (s. XVIII, restaurado), sede del Museo de la Caza y la Naturaleza.