El elegante palacio de Velarde (s. XVIII) y la Casa de Oviedo-Portal (s. XVII) sirven de marco al Museo de Bellas de Oviedo, que posee una importante colección de arte que abarca desde la Edad Media hasta nuestros días, y en la que están muy bien representados en particular los artistas asturianos. Una de las obras más destacadas del museo es el retrato de Carlos II de Juan Carreño de Miranda (1614-1685), discípulo de Velázquez.