Los ríos Prądnik y Saspówka confluyen en un profundo valle enmarcado por laderas de gran belleza que invitan a pasear y a dejar volar la imaginación. Adéntrese por los pequeños caminos: descubrirá un relieve calcáreo horadado por cerca de 400 cuevas y salpicado por formaciones rocosas con nombres tan curiosos como la Maza de Hércules. Su microclima favorece el crecimiento de una vegetación de montaña que da refugio a una fauna variada con predominio de los ciervos y los murciélagos, símbolo del parque.