Esta plaza fue el escenario de muchas concentraciones durante la insurrección de octubre de 1956. József Bem (1794-1850) es todo un símbolo para los húngaros. Este general de origen polaco, ardiente defensor de la libertad, participó activamente en la revolución de 1848. El gran poeta húngaro Sándor Petõfi le rindió homenaje en unos versos grabados en el pedestal de la estatua, que representa al militar, herido, arengando a sus hombres.