El valle del Cepelarska está surcado por el tumultuoso "río de Cepelaré". Las diferentes pasarelas que lo cruzan son utilizadas por excursionistas que se adentran en pequeños senderos y por aficionados a la pesca. En algunas zonas el torrente se remansa y en sus orillas aparecen chiringuitos, restaurantes y puestos para los turistas. El paisaje cambia a partir del monasterio de Backovo: el valle poblado de árboles mediterráneos se torna austero y se convierte en un impresionante desfiladero encajonado entre dos paredes rocosas.