Situada a orillas del Cuisance, la casa de Louis Pasteur conserva numerosos recuerdos personales: retratos de familia, un cuadro en el que está representado el pastor salvado por Pasteur gracias a su tratamiento contra la rabia. En la que fuera su habitación el portaplumas, en tintero y el cartapacio esperan sobre el escritorio, junto al birrete. En el laboratorio pueden verse instrumental y aparatos así como algunos caldos de cultivo que recuerdan sus experimentos sobre la pretendida "generación espontánea".