Este restaurante, con cuyo nombre se hace referencia a un término autóctono para referirnos a alguien muy ocurrente o bromista, es uno de esos sitios sobre el que muchos lugareños prefieren guardan silencio... ¡con la idea de mantenerlo en secreto! Presenta una concurrida barra de pintxos y, escondido tras ella, el cuidado comedor como tal, de línea actual y con una amplia oferta de gusto tradicional. Aquí dicen que la comida es 100% Bilbao y su oferta está dictaminada por la época del año, lo que no quita para que siempre ofrezcan fantásticos pescados de temporada, maravillosos arroces y unas carnes, como las Txuletillas de cordero lechal, de increíble sabor. ¡Hay gran variedad de vinos a buen precio!