Desde que se trasladó a esta centenaria casa señorial, dotada con bellísimos arcos, azulejos y celosías de inspiración árabe, este restaurante... ¡no ha parado de ganar adeptos! Sorprende por el patio central ubicado bajo un lucernario (tiene una fuente que es una réplica de la existente en los jardines del Generalife, en Granada), pero también por su cocina y por disponer de un privado para reuniones de empresa. La experiencia culinaria adquirida por el chef en el extranjero toma cuerpo tanto en el nombre de las salas (Londres, Marraquech, Casa Blanca...) como en la propuesta, pues vincula los platos de sus menús (Riad y Medina, ambos bajo reserva con 24 horas de antelación) a tres grandes viajes: por España, por Marruecos y por Europa. Están muy preocupados por el reciclaje y apuestan decididamente por los productos de la zona (huertas de Puente Genil, vinos de Montilla y Moriles, carnes del Valle de Los Pedroches, pescados de la costa andaluza...).