El monasterio de Zemen está constituido por varios edificios porticados de un blanco inmaculado. El conjunto está rodeado de una preciosa pradera en cuyo centro se yergue la iglesia de San Juan el Teólogo (s. XI), que conserva magníficos frescos. Fíjese en santa Ana, san Constantino y santa Elena, y en particular en los bellísimos frescos del s. XIV, que representan entre otros a San Juan de Rila (fundador del monasterio homónimo) y a los donantes. Poco se sabe de su anónimo autor, conocido como Maestro de Zemen, salvo que su estilo presenta gran influencia oriental.