Las escaleras que bajan formando una cascada por el extremo norte del Riva emiten una extraña música. Bajo sus pies, los 35 tubos del órgano marino instalado a flor de agua reaccionan a la agitación del mar emitiendo sonidos más o menos fuertes o profundos según sea la ola. Un lugar hipnótico propicio a la meditación y la conversación. Muy cerca, el Saludo al sol de Nikola Basic dibuja un amplio círculo de 22 m de diámetro compuesto por casi 300 paneles solares que generan 46.500 kW/año.