Buen ejemplo de arquitectura holandesa, esta casa contrasta intensamente con su entorno. Fue proyectada en 1710 para la familia Uniacke por un arquitecto y constructor de los Países Bajos, Claud Leuvethen. La fachada de ladrillos rojos, con sillares de piedra en las esquinas, está rematada por un gran frontón triangular y un inclinado techo abuhardillado.