Erigido por Robert Dunsmuir, este antiguo baluarte de la alta sociedad de Victoria (uno de los hijos de Dunsmuir fue primer ministro y más tarde gobernador de la provincia) se alzaba antaño en un parque de 11 hectáreas. El Craigdarroch Castle, que ha sido restaurado progresivamente, ha recobrado la grandeza que tenía en los años 1880. Fíjese en los revestimientos de madera del vestíbulo y en la escalera de madera de roble. Cuando hace bueno, las decenas de vidrieras crean arcos de luces de todos los colores. En la tercera planta se encuentra el gran salón de baile, desde que el se puede acceder a la torre para disfrutar de una preciosa vista de Victoria.