La Gran Mezquina más parece una fortaleza que un lugar de oración, y la ausencia de minarete no hace más que acentuar esta afirmación. Construida sobre el emplazamiento de una antigua alcazaba hacia el año 850, en un primer momento desempeño un papel defensivo. Junto al ribat vecino, protegía el acceso al puerto. El patio es del s. IX, pero la arquería del pórtico data del s. XVII. No está permitida la visita, pero las puertas están abiertas de par en par y a través de ellas podrá ver la sala de oración: 13 tramos cuyas bóvedas descansan sobre un bosque de columnas y capiteles antiguos. La sección central, que conduce al mihrab, está cubierta por dos cúpulas.