Este emblemático rascacielos neogótico de 30 pisos (1927, G. Kelham) fue durante 30 años el más alto del oeste de San Francisco. Hoy sigue siendo un centro de negocios destacado ocupando toda una manzana de Montgomery Street. Su porche porticado de dos alturas da acceso a un majestuoso vestíbulo: bóvedas de piedra, colores dignos de un monasterio, mosaicos y trabajados paneles de ascensores. Unas vitrinas exponen maquetas de barcos antiguas procedentes de la colección privada del dueño del lugar, Walter Shorenstein.