La catedral de Parma, de estilo románico-lombardo, está flanqueada por un elegante campanario. La fachada está precedida de un hermoso pórtico lombardo apoyado sobre leones y coronado por una logia. En el interior, los frescos de la Asunción de la Virgen que decoran la cúpula, obra de Correggio (1526-1530), se despliegan describiendo un vertiginoso movimiento ascendente. En el brazo derecho, el Descendimiento de la cruz del escultor románico Antelami deja entrever la influencia provenzal.