Caracterizado por los monolitos de roca que surgen del desértico, el valle de los Dioses se parece, aunque en menor escala, a su vecino del sur, el valle Monument, pero es mucho menos visitado. Un camino en mal estado de 27km atraviesa el valle. Se recomienda un vehículo 4x4, cargado de combustible y de agua. Los intrépidos moteros disfrutarán especialmente recorriendo este valle por su aislamiento y la ausencia de tráfico. No hay servicios de ningún tipo. Quizás la mejor vista del valle de los Dioses sea desde Moki Dugway (Crta. 261), que desciende 305m por un empinado camino serpenteante desde la mesa Cedar hasta el fondo del valle. Nada más pasar el valle de los Dioses, una carretera secundaria conduce en 4,8km al Parque Estatal de Goosenecks. Altos acantilados ofrecen una vista panorámica del meandro San Juan, unos 150-300m más abajo.