En 369 a.C., el general Epaminondas decidió fundar Itome con la intención de poner freno al expansionismo espartano. La ciudad, capital de la nueva Mesenia, resistió tras la invasión de los visigodos (s. IV) aproximadamente hasta el s. X. Su yacimiento arqueológico es uno de los más bellos y también menos conocidos de Grecia. Las ruinas, puestas de realce, yacen en una inmensa ladera salpicada de olivos y frutales. El museo arqueológico, en las inmediaciones, expone objetos hallados en el yacimiento.