La orgullosa iglesia de peregrinación de Maria Saal se caracteriza por sus dos torres de toba con cubiertas de pizarra. En el exterior pueden verse unos sorprendentes bajorrelieves romanos y la espléndida lápida de Keutschach encastrados en los muros de la iglesia. El interior es de estilo gótico tardío y alberga, entre otras obras de gran valor, el suntuoso retablo de Arndorf y el sepulcro de San Modesto. En las inmediaciones del edificio se encuentran el osario y un baptisterio románico.