Si bien la primera impresión que puede causarnos este museo dedicado a la historia de la música en Estados Unidos es la de una celebración demasiado ostentosa de los premios Grammy, la continuación nos deja otra muy diferente. La panorámica, de la explicación de los diversos estilos musicales a la exploración de las corrientes y artistas que han forjado la música americana, es bastante completa. Además de cárteles, puntos sonoros, fotos y vídeos, el interés del museo radica en sus numerosos talleres interactivos: el visitante puede participar en una grabación en un auténtico estudio, aprender a mezclar temas o a producir una canción... Aviso a las familias: los padres estarán encantados, los niños fascinados.