Capiteles jónicos y miradores curvos de baquetillas alternan en este pasaje de estilo Regencia compuesto por elegantes tiendas de joyería, bisutería y moda. Construida en 1819, Burlington Arcade sigue siendo una propiedad privada vigilada por tres beadles (bedeles) vestidos con levita y sombrero de copa. Sus puertas se cierran por la noche y los domingos.