El Gran Priorato de Inglaterra, que había heredado los bienes de los templarios cuando su orden fue disuelta, desapareció en 1546 por orden real. Sólo quedó en pie la puerta. Dos torres de tres plantas flanquean el cuerpo de guardia (s. XVI), que ocupó la entrada sur del priorato. La iglesia se extendía antaño más hacia el oeste. Bajo las bajas bóvedas de la cripta del s. XII, único vestigio del priorato original, se pueden ver la escultura en alabastro de un Grande de España y la estatua yacente del último prior.