Esta basílica románica, antiguo santuario mariano y lugar de peregrinación, conserva una bonita cabecera y una aguja de estilo gótico-renacentista de 1538. En el presbiterio pueden verse bonitos capiteles, un Crucificado de madera policromada del s. XV y la imagen milagrosa de Nuestra Señora. Las vidrieras modernas son de Max Ingrand. Dos colosales imágenes de madera policromada custodian la entrada: san Cristóbal y el "Santo Salvador".