En la entrada de la península de Rodopou (o cabo Spatha) se yergue, sobre un promontorio por encima del mar, el monasterio de Gonias (s. XVII). Tras una silueta con aspecto de fortaleza se esconde un elegante patio adornado con un limonero, un sinfín de macetas y un emparrado y una iglesia consagrada a la Virgen y dotada de una puerta barroca primorosamente tallada en uno de sus flancos. El tesoro alberga una magnífica colección de iconos posbizantinos de los ss. XV y XVII.