Erigido en el s. XIV por Alfonso XI, este alcázar conserva un excepcional sarcófago romano del s. III y una interesante colección de mosaicos que recuerdan el esplendor de Córdoba en la época romana. También se pueden visitar los baños, de estructura árabe pero de construcción cristiana. El patio, de estilo mudéjar, da a encantadores jardines árabes.