Presidida por la imponente fachada lateral de Santa María del Pino, esta concurridísima plaza alberga el monumento erigido en memoria del dramaturgo Ángel Guimerá (1845-1924). Se trata de uno de los lugares preferidos tanto por los turistas como por los bohemios locales, y las terrazas que la invaden son un imán para músicos, pintores y poetas.