Los francos supieron sacar partido de las características del terreno para construir este nido de águilas. Los diferentes edificios ocupan estrechas superficies repartidas por las abruptas laderas de este pico que se alza hasta los 700 m sobre el nivel del mar. Una primera puerta fortificada da acceso a las dependencias: caballerizas, sala de la guardia y capilla. A continuación, un empinado camino lleva en 10min hasta la vivienda señorial, encajonada entre dos peñascos conocidos como los Didymes ("gemelos"). Magníficas vistas desde la ventana ojival.