Situado entre el parque regional de las montañas de Ardèche y el parque nacional de Cévennes, el hotel está en el corazón del sur de Ardèche en el corazón de todos los centros de interés que componen la vida y la historia de esta región. El lugar tiene vistas al valle de Chassezac, cuyas orillas están a cinco minutos a pie del hotel. De primavera a otoño, la exposición sur ofrece colores y momentos soleados que marcan la vida del paisaje. Las noches de luna llena son increíbles y el cielo está lleno de estrellas cada noche de verano. Aquí, los turistas y viajeros aprecian un cierto arte auténtico de vivir. Los momentos de intercambio, simpatía y amistad se comparten en la piscina o en la terraza panorámica, ya sea para el almuerzo, el aperitivo o la cena. Sylvie y Pierre, que gestionan el establecimiento, se complacen en recibir y mimar a los clientes. El ambiente es cálido y acogedor en este hotel "cocoon" rodeado de vegetación. Por las mañanas se sirve un desayuno abundante con productos locales, fruta, miel, mermeladas Ardèche, bollería ecológica y pan. Las cenas también son refinadas y preparadas con amor por el gusto y la calidad. Las habitaciones son luminosas y cómodas, cada una con un encanto especial para los residentes. Diversas posibilidades de alojamiento son posibles con terrazas, gran espacio, salones, vistas al valle, baño con bañeras etc.... Esta diversidad permite a los turistas elegir según sus preferencias. El entorno privilegiado es propicio para la calma y la relajación y todo el personal está atento a cualquier cosa que pueda contribuir a la calidad de su estancia. Es importante reservar lo antes posible porque se trata de un hotel de tamaño humano que cuenta con sólo doce habitaciones y muchos clientes habituales o conocedores reservan sus fechas en invierno. Asegúrese de llamar a los propietarios para obtener toda la información sobre la disponibilidad. Una vez que haya llegado a este encantador hotel de vacaciones, tendrá la satisfacción de sentirse como en casa.